#9 Este trimestre se me está haciendo MUY largo
El calendario, la falta de vocación, la mudanza y la ingesta de paellas
El calendario escolar en nuestro país es un auténtico despropósito. Trimestres muy ligeros (o, algún año, prácticamente inexistentes), mezclados con trimestres, como el que estamos. Eso a pesar de Carnavales y otras fiestas que, especialmente en Primaria, bloquean gran parte de las actividades académicas. Algún día se habrá de abrir el melón de qué queremos que sea la educación o para qué sirven los centros educativos. Pero bueno, eso lo dejamos para otro momento.
Vamos a lo que, seguramente a los que estáis suscritos aquí os interesa. Y no es a hablar de melones, sandías ni modificación de los libros de Roald Dahl, al igual que cambiar la letra de las canciones de Siniestro Total, para hacerlas más inclusivas. Es tener en un solo lugar lo que he escrito la semana anterior en el blog. Si me equivoco, me lo decís. Y ya empiezo a colgar fotos mías en bañador. Eso sí, de las lustrosas.
Empecé la semana hablando de la educación catalana. De esa que tiene a los docentes peor pagados y a su Conseller del ramo, cobrando casi el doble que otros Consejeros y Consejeras de Educación de otras Comunidades Autónomas. Sí, el Cambray. Por cierto, el leitmotiv del post fue la contratación, a día de hoy prohibida por la administración, de un ex alumno de un IES, que está en tercero de carrera, para que diera clase a alumnado de ESO y Bachillerato. A este nivel se está llegando para intentar cubrir las bajas del profesorado. No hay nadie en algunas listas. No debe ser una salida tan maravillosa. O, simplemente, el máster actúa como freno para que los pobres no puedan acceder a ser docentes. Quién sabe.
Escándalo tras escándalo en la educación catalana… ¡y no pasa nada!
También me dio tiempo de escribir acerca de uno, muy pro TIC, que ahora, para vender su nuevo libro, ha dado un giro total a su argumentario inicial. A ver, que se puede cambiar de opinión. Yo lo he hecho en numerosas ocasiones. El problema es cambiar de opinión solo para seguir trincando. Y de esos hay muchos en el ámbito educativo. Especialmente en el más mediático.
No es lo mismo cambiar de opinión que cambiar de chaqueta
Los del colectivo “enemigo de todos los docentes que no piensan como ellos”, junto con sus adláteres de mente plana, han decidido montar una campaña contra las evidencias en educación. Sí, cuando uno piensa que lo ha visto todo, empiezan a acusar a todos los que acuden a las evidencias científicas (hay pocas, pero algunas hay) o a la realidad del aula, de no conocer la verdad. Es que su verdad y la demostración de la misma distan mucho de tener nada en común. Pero bueno, si no fueran negacionistas de todo lo demostrable, ¿de qué vivirían algunos en sus charlas, sus aulas universitarias con alumnado filtrado dando clase de cosas que no necesitan mucho bagaje intelectual o preparación o, simplemente, en esa formación que copan sobre ciertas chuminadas campestres? Deben defenderse. Y su mejor defensa pasa por insultar a los que no piensan como ellos y denostar todas las evidencias.
Campaña contra las evidencias en educación
Muy relacionado con el artículo anterior, escribí al día siguiente del mismo uno que hablaba de que, cerca del 70% de la bibliografía que algunos ponían en determinadas investigaciones, no se había leído o era falsa. Lo sé. Con investigaciones cuantitativas hay datos que avalan o no ciertas cosas pero, cuando unos sobreviven solo con la visión cualitativa, basada en encuestas de opinión o refritos de otras cosas para entregar investigaciones a peso, pasan ciertas cosas.
Mentir acerca de investigaciones educativas tiene las patas muy cortas
¿Sabéis esos que os dan lecciones acerca de cómo debéis hacer las cosas en clase que jamás han pisado el aula de etapas obligatorias? ¿Sabéis esos cuyo objetivo, desde que entraron a dar clase, era huir de ella para seguir vendiendo cosas relacionadas con temas educativos? A ver, que es lícito montarse chiringuitos. Pero, por favor, ¡dejad de dar lecciones! A mí que un tipo que hace avioncitos de papel como gran innovador o explica a su alumnado universitario que existen las inteligencias múltiples, lo único que considero que sea es, o bien un estafador, o bien alguien con poca capacidad. Y ya empiezo a tener dudas porque la línea entre tonto y timador es muy fina. Se confunden. El problema es que hay docentes de aula que creen en esos personajes. Algo que, personalmente, no entiendo. Pero bueno… hay personas que hacen caso a los curas cuando les hablan de sexo. Qué le vamos a hacer.
Hay personajes que no deberían dar lecciones de nada
Y, finalmente, un artículo para reflexionar en voz alta, como docente no vocacional, con ganas de poder retirarme del aula, acerca de lo poco que se ha vendido mi último libro. Nada, así aprovechaba para hacer un poco de publicidad de nuevo del mismo. Es que, sinceramente, me sorprende que se venda tanto determinada morralla en el ámbito educativo y haya personas que sepan tanto que hacen cosas muy interesantes en su aula (no hablo por mí ni por mi libro) que están totalmente silenciados por una mediatización con algoritmos demoniacos. Muy triste. Y los más (…) haciendo caja.
Yo que pensaba que me forraría con mi último libro… ¡y no ha podido ser!
Ya queda nada para el boletín número 10 en el que, seguramente, colaré alguna sorpresa. O quizás no. Cambio de opinión como una veleta en los Monegros. Que tengáis una feliz semana.