No sé cuánto tiempo podré mantener la periodicidad exacta de este boletín que llega a vuestro correo electrónico. Por ahora, al menos, estoy consiguiendo que los lunes salga con todos los artículos escritos y comentados del blog. Y eso que el tiempo, al menos a estas alturas de curso, en mi caso, está siendo bastante difícil de gestionar. Supongo que nos pasa a todos. Eso sí, el volver de vacaciones y el coger rutinas, al menos a mí, cada vez me cuesta más.
Sin más y esperando que la LOMLOE arda en las piras del pedagogismo desilustrado, voy a resumiros de qué he escrito esta semana.
Empecé hablando de la conversión de la vocación en esclavitud laboral. De la asunción por parte de compañeros y compañeras de tareas que no vienen incorporadas a nuestro contrato laboral. Y que, por bonito que nos vendan la implicación de los docentes, la realidad es que hay cosas que van a precarizar en un futuro nuestra profesión. Pero, sabéis lo que me preocupa de ello… que haya docentes defendiendo “el dedicar tiempos infinitos a su trabajo”. Un trabajo es un trabajo. Por mucho que nos guste.
¿Implicación docente o precarización laboral?
Lo bueno que tiene un blog es que me permite, en ocasiones, ironizar con ciertos personajes. Pijus Turgencicus es un ejemplo de ello. El personaje top en educación, con métodos milagro y que vende una colonia maravillosa en las redes. El problema es que los milagros en educación no existen. Existe el buen trabajo. Algo que algunos ignoran interesadamente. Especialmente Pijus y su grupo de acólitos. Porque, no lo olvidemos, el éxito mediático de determinados personajes relacionados con la educación, en la mayoría de ocasiones no se debe a su buen trabajo profesional.
Pijus Turgencicus, el paladín educativo
Lo sé. Cuando escribo acerca de ciertas cosas piso muchos callos de algunos que creen que han encontrado métodos maravillosos para dar clase. Este es el caso del “trabajo por proyectos”, un constructo neoliberal para preparar mano de obra barata, resiliente y que, por desgracia, no tiene ningún valor para el aprendizaje inicial del alumnado. Si el alumnado no sabe algo ni tiene los rudimentos cognoscitivos previos, no podemos hacer que aprendan por ciencia infusa (léase “por descubrimiento”) ni montar proyectos para que, según dicen algunos, consigan “aprender haciendo”. Esto no funciona así.
El trabajo por proyectos… ¿una estafa educativa más?
¿Os preocupa la mediatización excesiva que están haciendo algunos en las redes sociales de lo que sucede en su aula? ¿Os preocupa que se graben por la mañana mientras se duchan, se ponen colonia y se preparan para ir a clase contando lo que es su vida? ¿Os preocupa esa exposición personal que hacen algunos que, casi siempre, se traslada a la exposición de su alumnado? A mí, sí. Y ya me pueden decir misa. No hay necesidad de tanta sobreexposición. Lo sé. No somos solo los docentes. Hoy en día parece que todos los servidores públicos debamos hacer astracanadas varias para ser guais. Algo que, repito, me preocupa.
A algunos docentes, el uso de las redes sociales, se les ha ido de las manos
Finalmente, dos artículos relacionados… uno acerca de lugares donde podéis encontrar investigación de calidad. Y otro en el que se ciñe esos lugares a las investigaciones de calidad en español. Siempre intento haceros caso cuando me pedís ciertas cosas. Siempre que me lo permitan los tiempos y pueda responderos a ciertas peticiones.
¿Dónde podéis encontrar investigaciones educativas de calidad?
¿Dónde podéis encontrar investigaciones educativas (en español) de calidad?
Y con esto y un bizcocho ya estaría por hoy. Recordad que suscribirse a esto es gratis, al igual que lo es leer el blog.
Un detalle para los haters… lo de pedir colaboración económica (donaciones) para mantener el blog libre de anuncios o tener mis libros en Amazon, es algo que no obliga a nadie a nada. Y además, nadie os impide recibir este boletín o leer el blog sin hacerlo. Así que, por favor, no lo uséis como argumento. Se puede estar en contra de mis opiniones pero, acudir al ataque personal, cuando no tiene nada que ver con mi profesionalidad o con lo que se dice en los artículos, es muy triste.