#22 En una semana han cambiado muchas cosas
Una nueva etapa (no solo) para la educación en muchas Comunidades
Después de la resaca electoral de hace un par de domingos nos encontramos un nuevo tablero educativo sobre la mesa. Son muchos los cambios que pueden hacerse a nivel autonómico y falta ver, una vez pasadas las elecciones generales del 23 de julio, en la sociedad se ha dado cuenta de que es imposible dar clase a determinadas temperaturas, cómo queda el despropósito de la LOMLOE. Por cierto, que una ley sea mala y deba ser criticada, no implica que la anterior o la posterior sean buenas o malas. Es que ya está bien de tanto discurso alarmista. La LOMLOE debe derogarse. Y punto.
Como habéis podido intuir, el cambio político ha hecho que escribiera de determinadas cuestiones. El primer artículo de la semana pasada fue el reflexionar acerca de qué pasaría en mi Comunidad ya que, tal y como llevan en programa electoral unos y otros (de los que pueden o no pactar) hay temas que van, si lo aplican, a cambiar radicalmente. Entre ellos los ámbitos, la relación con la privada-concertada y, cómo no, el modelo lingüístico. Veremos qué pasa…
Hemos conocido también el desastre de las pruebas de comprensión lectora del alumnado catalán de cuarto de Primaria. Un sistema educativo que hace aguas por doquier y cuyas causas deberían buscarse tanto en el modelo de selección “a dedo” del profesorado, como de la imposición de determinadas metodologías innovadoras por parte de Fundaciones privadas. Además del maltrato continuo a sus docentes que, a día de hoy, son los que menos cobran del Estado. Si lo mezclamos todo, podremos intuir por qué ha sucedido ese descalabro.
¿Qué ha pasado para que un sistema educativo (supuestamente) ejemplar haya colapsado?
Sigo con temas relacionados con los resultados electorales. O quizás no. Hablo de personajes que borran tuits. De intereses ocultos tras ciertas decisiones y declaraciones de algunos. Y de lo poco que tengo por esconder en mi caso. Salvo, claro está, ciertos temas personales que, a diferencia de las paellas dominicales, jamás voy a hacer públicos en las redes.
No podía faltar la normativa. He escrito acerca de la COCOPE (Comisión de Coordinación Pedagógica) que es algo que, con diferentes nombres, existe en otras Comunidades. Se trata del lugar donde se reúnen los jefes de departamento y que, por normativa, no pueden tomar decisiones de ningún tipo. Además añado el excelente webinar que hizo la Fundación Episteme, junto con la aparición estelar de OCRE. Dos asociaciones por la educación que, más allá del insulto de otras, solo quieren mejorar las cosas.
¿Cuáles son las funciones de la COCOPE en los centros educativos valencianos?
No podían faltar mis propuestas para mejorar, ahora que ha habido vuelco electoral, la educación valenciana. Hay mucho por mejorar y me gusta proponer cosas. A ver si alguien se las lee y piensa en ellas. Por cierto, mis propuestas pueden ser, como las de cualquiera, criticables o matizables. Solo faltaría.
¿Qué cambios deberían hacerse en la educación valenciana?
Y, finalmente, un artículo escrito en un momento de cansancio. Que, por cierto, es un cansancio que ya ha pasado en el momento en el que vais a recibir este boletín. Es que, pasados los años, me he dado cuenta de que he escrito de muchas cosas relacionadas con la educación. Eso sí, viendo las barbaridades que sueltan algunos y las noticias que aparecen, creo que me queda cuerda para rato. Así pues, no os preocupéis…
¿Puedo aportar algo más al debate educativo?
Espero os resulte de interés el contenido de este boletín. Ahora quedan las últimas semanas plagadas de burocracia, cansancio acumulado que no se quitará hasta las imprescindibles vacaciones y con la necesidad, al menos en mi caso, de saber dónde voy a trabajar el curso que viene. Es lo que tiene querer irse de un macrocentro para ir a un centro en el que, aunque haya menos recursos, pueda trabajarse de forma más personal. Y que pueda conocerme el nombre del alumnado y de mis compañeros. Algo que, este curso, no he conseguido hacer ya que son cientos de alumnos a recordar y somos doscientos treinta compañeros. A pesar de ello, os prometo que lo he intentado.